Entrevista a Marcello Capirossi, el portero que triunfó en Ecuador

Escrito por: Yael Rueda, Editor | Revisado por: Humberto Fernández, Jefe de contenido
Última Actualización Oct 02, 2023

Marcello Capirossi es actualmente uno de los entrenadores de porteros más destacados en el futbol mexicano, su paso por varios clubes que han conseguido campeonatos es clave y después de unos meses de disfrutar a su familia está listo para tomar su siguiente reto.

El otrora portero profesional tiene una historia interesante: su padre es italiano, su madre ecuatoriana y él es mexicano, pero los países que vieron nacer a sus progenitores han representado cosas importantes para su carrera profesional: en Ecuador vivió su mejor etapa como futbolista y en Italia comenzó a prepararse como entrenador de porteros.

“Mi papá italiano, mi mamá ecuatoriana. Se conocen en Argentina, a él le ofrecen trabajo en México, venía por tres años y hasta el día de hoy radican en la Ciudad de México”, declaró en entrevista con casasdeapuestas.bet.

“Por la nacionalidad de mi madre es que en 1995 decido irme al Ecuador a probar suerte con la ayuda de un tío que en paz descanse y llego a Liga de Quito, me vieron, hice la prueba y me piden para no ocupar plaza de extranjero si podía optar por la doble nacionalidad”

Inicios como profesional

La inquietud de Marcello Capirossi por la portería comenzó en su infancia, luego de ver una “cascarita” en la que su papá fue el portero. Ese día nació un amor insospechado, uno que lo llevó a conocer muchas partes del mundo.

“Tenemos que remontarnos a cuando tenía 7 años, hubo un evento de padres de familia en la primaria, tú sabes, el típico partido de padres contra maestros. Mi papá, en ese entonces se metió en el arco, desde ahí nació esa idea de querer jugar futbol. A los 7 años no piensas en ser profesional, pero le agarré el gusto y mi papá me empezó a llevar a los partidos que se podía, a los 8 años me inscribieron en la escuelita del América”, expresó.

Relató que su padre no quería que fuera portero, incluso pidió en el Club América que lo pusieran con el peor equipo posible para quitarle esa obsesión, pero el destino lo hizo destacar y el amor se acrecentó más y más.

“Yo tenía la fijación para ser portero”

“El día de las pruebas para ingresar, yo tenía la fijación de ser portero. Si ahora el arquero todavía no es muy trabajado, en esa época las pruebas eran solo para jugadores de cancha. No hice absolutamente nada de la prueba y me pusieron en lista de espera, me acuerdo que mi papá fue a hablar con Panchito Hernández, le dijo: Panchito, por favor, quítale esta obsesión que tiene por el arco, mételo en el peor equipo que tengas. Me metieron en el peor equipo que había, perdían todos los partidos por goleada y ese fin de semana el equipo ganó 2-0 conmigo en el arco, la fijación por ser portero creció todavía más”, dijo.

“A raíz de eso los ojos voltearon, a los 4 meses de eso tuve la convocatoria a la Selección de la categoría. A partir de ahí hice todas mis Fuerzas Básicas en América hasta los 17 años”

Ecuador lo acogió

Luego de su paso por América, Pumas y Pachuca, la oportunidad de conocer el futbol ecuatoriano le llegó a los 23 años, ahí fue cuando Capirossi tomó la decisión de aventurarse, sin saberlo, ahí viviría los mejores años de su carrera.

“(En Pumas) nos pusieron a todos transferibles. Hablé en ese entonces con el Doctor Arce que era el encargado de las Fuerzas Básicas y me dijo: no te preocupes, en teoría el que tiene que salir es Sergio Bernal que tiene muchos más partidos en primera. Y pues nada, resultó que me compró Pachuca, pasó el descenso y no quise seguir ahí, tuve que parar para recuperar mi carta y luego surge la posibilidad de ir al Ecuador y me pareció interesante, tenía 23 años en ese entonces y me gustó la idea”, explicó.

El gran trabajo que hizo con la Liga Deportiva Universitaria de Quito le valió para volver más tarde al futbol mexicano, pero también para ser convocado a la Selección de Ecuador.

“Deportivamente hablando, sí, fueron muy buenos años. Eso me valió para regresar en 1997 a Santos Laguna. Había grandes diferencias desde el número de equipos, en Ecuador eran 12 y acá eran 20 si bien recuerdo. Cuatro o cinco equipos allá peleaban por el campeonato, pero el nivel de jugadores era muy bueno, en ese entonces me valió para llegar a una convocatoria de Selección de Pancho Maturana. Siento que sí había diferencia, pero se vive muy intensamente el futbol allá, me sirvió mucho esos años allá”, compartió.

Comienza su carrera de entrenador

Una lesión en la espalda lo orilló a retirarse, pero con la idea de mantenerse cerca del futbol, tomó la decisión de comenzar a prepararse como entrenador de porteros. Viajó a Italia para comenzar con el curso y justamente fue en Ecuador donde recibió sus primeras chances.

“Nunca estás preparado para retirarte como jugador. Me retiro por un tema de espalda. Hablando con los arqueros que he trabajado, hoy en día los cuidas y tratas de alargarles la carrera, pero en esa época entrenabas muchas veces en canchas de tierra y tus años deportivos se acortaban”, expresó.

“Cuando me retiro sí pensé en continuar dentro del futbol, me retiré a los 33 años, relativamente joven. Aplico para hacer el UEFA B en la federación italiana y me aceptan, ahí pude empezar a hacer mis pinitos en la parte de cuerpo técnico y al regresar el presidente de Liga de Quito me ofrece empezar con los arqueros de fuerzas básicas”, agregó.

“En lo personal disfruté más esta etapa que como jugador. Las experiencias siguen siendo las mismas, pero ya no tienes esa presión, tienes otro tipo de presión, pero ya no tener que estar directamente en la cancha”

Aunque hay muchos momentos que marcaron para bien su carrera, hay dos en particular que destacan: el ascenso y bicampeonato con León, además de su etapa en Arabia Saudita, aunque esta segunda la describió más como una “experiencia de vida”.

“Hay varios momentos, sin duda alguna la época de León, el ascenso, siempre lo hemos comentado, el ascenso se vivió de una manera increíble, eran 10 años que esta ciudad añoraba el ascenso, siempre decimos que la fecha del ascenso nunca se va a olvidar. El bicampeonato fue muy bonito y muy importante, sin duda alguna la Concachampions en América que vivimos partidos complicados, fue muy bonito”, indicó.

Sobre el viaje por Arabia Saudita, destacó que conocer otra cultura es algo que guardará por toda la vida, aunque reconoció que su esposa fue quien sufrió un poquito más con la vida en el medio oriente.

“La experiencia en Arabia es maravillosa, más que profesionalmente es una experiencia de vida muy grande. Desde el momento que me toca llegar en pleno Ramadan y era complicadísimo, no podías salir a la calle, la religión de ellos es muy marcada y hay que respetarla. Tú podías salir sin problema, nos trataron muy bien, no nos faltó absolutamente nada y te puedo decir que para mi esposa quizá fue más complicado, en el momento que se baje del avión tiene que bajar con la burka, como extranjera no tenía que taparse la cara, pero sí pasar con la burka y si pasaba por una mezquita agarrarse el pelo”, sentenció.

Foto: eltelegrafo.com