Todo jugador que posea una gran experiencia con las apuestas sabe que en algún momento puede llegar esa temida mala racha (“bad run” como se denomina en inglés). Y cuando esa situación se produce es fundamental que cada apostador se refugie en lo que le hace sentir cómodo, pero siempre sin olvidar que hay algunos aspectos que son fundamentales para poder dar un giro de 180 grados. Hablamos de aspectos económicos y también de los emocionales.
El concepto Stop Loss
Stop Loss es un término que se usa generalmente en el mercado de valores y sirve como una forma de limitar las pérdidas cuando las cosas no salen como uno esperaba. Para las apuestas también es válido y utilizado.
Hay ocasiones en las que el jugador emplea un método eficiente que le permite mantener el control sobre todos los deportes en los que apuesta. En esos casos el stop loss puede no ser efectivo, puesto que el mal momento para el jugador acabará remitiendo a corto plazo.
Sin embargo, si el apostador usa fórmulas matemáticas o elementos externos que le aseguren apuestas de valor, el stop loss puede ser una gran salida en situaciones extremas, puesto que el control que se tiene sobre la situación baja considerablemente.
Con carácter general, los apostadores más experimentados establecen una cantidad límite a partir de la cual activan el stop loss. Hablamos de perder 20 unidades monetarias al mes, por ejemplo.
El stop loss no tiene por qué verse como algo negativo, de hecho puede servir para que el jugador desconecte y recargue pilas para regresar con más fuerza. Incluso puede ser bueno para fomentar la autocrítica en el usuario. En el mundo del poker, esta clase de “break” es muy habitual cuando no se pasa por un buen momento.
Nunca desaproveches la oportunidad
Cuando aparece una buena opción de apuesta hay que tratar de aprovecharla. Una mala racha no puede bloquear al jugador de tal manera que este deje pasar trenes que puedan ser beneficiosos para él. Es normal sufrir una crisis de confianza cuando se pasa por una mala racha, pero eso no puede desviarnos del objetivo. Si eso ocurre es preferible tomar un descanso.
No todo es negativo
Pasar de un extremo a otro no es bueno en el mundo de las apuestas. Como decíamos antes las malas rachas llegan y cuando se producen no significa que todo lo estemos haciendo mal. Realiza pequeños ajustes en tu forma de apostar y la situación se revertirá con el tiempo.
La solución no pasa por cambiar radicalmente de método, sino en identificar los errores y tratar de corregirlos. Los jugadores que lleven mucho tiempo apostando a un mismo deporte entenderán los matices de la disciplina y serán capaces de realizar esta tarea.
Escuchar a otros jugadores puede ser de ayuda
En el mundo de las apuestas no hay un apostador perfecto. Siempre hay posibilidades de mejorar, de aprender y de evolucionar, incluso para los que puedan considerarse los mejores apostadores del mundo. Escuchar a otros apostadores profesionales y apoyarte en ellos puede resultar clave también.
Lo ideal es que sean buenos jugadores que sean de confianza, puesto que así podrán aconsejarte de mejor manera cómo terminar con esa mala racha.